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Lunes, 30 Enero 2017 21:04

Purificador de aire. La forma más eficiente de mejorar la calidad del aire

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En el aire existen miles de partículas suspendidas, de las cuales muchas pueden ser dañinas para nuestro organismo.

La calidad del aire es uno de los factores que más influyen en nuestro organismo y por ello debemos de poner especial atención en mejorarla.

Una de las formas más efectivas de limpiar el aire, aumentar su calidad y garantizarnos un mejor estado de salud es el purificador de aire.

Pero seguro que ya habías oído hablar de este aparato en otras ocasiones.

Si no terminas de tener muy claro cómo funciona o si realmente va a ser efectivo comprar uno para instalarlo en tu hogar o lugar de trabajo, continua leyendo.

En esta guía queremos aclararte todas esas dudas: explicarte su funcionamiento, los diferentes tipos que existen, cuándo se recomienda su uso, y para que tengas toda información reunida, mostrarte una lista con los mejores purificadores de aire que puedes comprar. 

Cómo funciona un dispositivo de purificación de aire y para quién se recomienda

El principal objetivo del purificador es eliminar elementos contaminantes o tóxicos del aire.

Al igual que otros aparatos para regular el aire, su funcionamiento es sencillo. Capta el aire del ambiente mediante un ventilador y lo pasa por un potente filtro que atrapa las partículas nocivas, humos y otras impurezas.

Su uso es beneficioso en casos como:

  • Lugares donde la ventilación es insuficiente y por tanto la calidad del aire baja.
  • Individuos que sufren trastornos respiratorios ó cutáneos como asma, alergia o dermatitis atópica. Éstas personas pueden beneficiarse del uso de estos dispositivos, ya que limpian el aire de partículas cómo el polen, moho ó caspa de mascotas, causantes de esas enfermedades.

Además de estos beneficios, los depuradores de aire eliminan olores y los agentes químicos de los productos de limpieza y contribuyen a crear un ambiente más saludable.

Tipos de purificadores: industriales vs domésticos

wac u450 purificador de aire 200Podemos dividir los purificadores de aire en dos grandes categorías: los equipos industriales y los de uso doméstico.

Los aparatos industriales están indicados para el uso profesional: la extracción de aire en grandes áreas contaminadas o trabajos de construcción. Son capaces de filtrar hasta 1000 m3 de aire por hora y eliminar polvos tóxicos como el del amianto.

Los purificadores de aire para uso doméstico tienen unas dimensiones y potencia sensiblemente inferiores, generalmente filtran entre 200 y 300 m3 de aire a la hora. Están diseñados para trabajar en estancias más reducidas, cómo en salones, dormitorios, cocinas o locales de hasta 70 m2.

Este blog está orientado al público en general por lo que en este artículo vamos a analizar con mayor profundidad los de éste segundo tipo: los aparatos para uso doméstico.

Filtros de aire de los equipos domésticos

La principal diferencia entre los purificadores domésticos reside en el sistema de filtrado.

Cómo hemos dicho antes, estos dispositivos atraen las partículas aéreas hacia su interior, haciéndolas pasar por un filtro que captura las impurezas.

Del tipo de filtro de aire dependerá en gran medida la eficiencia ya que ésto determinará qué tipo de partículas es capaz de absorber.

Éstos son los tipos de filtro que encontraremos generalmente en los purificadores:

  • Filtros de carbon activado. Se colocan antes del filtro principal a modo de prefiltro para protegerle de las partículas de mayor tamaño y reducir la capacidad oxidante del aire.
  • Filtros Tipo HEPA. Filtran hasta el 99% de las partículas, captando las de un tamaño superior a los 2 micrones.
  • Filtros (True) HEPA. Son capaces de lograr retener el 99,97% de todos los contaminantes, consiguiendo captar partículas de hasta 0.3 micrones.
  • Filtros MERV. Son capaces de filtrar partículas todavía más pequeñas, pero para ello necesitan mucha potencia, ya que el aire tiene que atravesar un tamiz muy muy fino. Esta necesidad les hace no ser los más apropiados para equipos domésticos.

Las escamas de la piel, moho o polen tienen un tamaño de entre 5 y 10 micrones por lo que un filtro TIPO HEPA podría atraparlo. Sin embargo el polvo atmosférico o los ácaros miden entre 1 y 5 micrones, por lo que no sería capaz de retener los de menor tamaño.

El humo del tabaco o gases metálicos están formados por partículas de entre 0,3 y 1 micrón, siendo capturados por los filtros HEPA pero no por los TIPO HEPA.

Aunque los más recomendados son los (TRUE) HEPA no hay que olvidar que su precio es más elevado que otros menos eficientes como los tipo HEPA y pueden llegar a costar más de 100 € el recambio.